2016 es, para muchos, el momento de comprar una vivienda. Además de fijarse en el presupuesto destinado en la misma o en su ubicación, existen una serie de parámetros que hacen de este año la fecha perfecta para empezar a buscar nueva casa.
- Dinero. La recuperación del mercado inmobiliario es un hecho, pero este indicador es consecuencia de la mejora de las economías domésticas.
- Espacio. A medida que los clientes cumplen años van generando una mayor cantidad de objetos acumulados. Darse cuenta de que no se pueden aglutinar en una única vivienda es uno de los primeros pasos para tomar la decisión.
- Familia. Tener hijos es uno de los motivos principales para cambiar de casa. Si el cliente se encuentra en ese momento de su vida, debe aprovechar la situación del mercado.
- Nido vacío. Y si estos han crecido y se han emancipado, también, ya que ahora encontrará mejores ofertas para comenzar una nueva etapa en su vida.
- Barrio. Los cambios experimentados en un barrio también son motivo para mudarse, ya sea por la decadencia generada o por no contar con los servicios que requiere.
- Caprichos. La vida evoluciona y, con ella, las aficiones de los clientes. Que la vivienda actual de estos no se adapte a sus nuevas pasiones también es una señal para tener en cuenta a la hora de mudarse.
- Ciudad. La ciudad en la que uno posee una vivienda ya no resulta atractiva para los compradores, motivo por el que si las circunstancias se lo permiten, debe pensar en ir cambiando de localidad de residencia para dejar de perder valor en su inmueble.
- Rehabilitación. Vivir en un inmueble antiguo puede suponer costes de mantenimiento elevados. Es por ello que mudarse a una vivienda nueva puede generar ahorros notables a los clientes.
- Cocina. Si uno ha comenzado a cocinar y su nuevo estilo de vida requiere de una cocina mayor, indagar en la actual situación del mercado inmobiliario puede facilitar el cambio de inmueble.
- Espacio infantil. El hecho de que los hijos dejen de ser bebés puede jugar en contra de los clientes, pues estos necesitan mayores espacios de juegos para los niños y sus amigos.
- Interés. El Euríbor se encuentra en mínimos históricos y todos los indicadores muestran que, de momento, no va a aumentar. Una señal de que se puede obtener una buena oferta hipotecaria.
- Incertidumbre. Los cambios políticos también juegan en contra del mercado inmobiliario, pues si bien el precio de la vivienda ha tocado suelo, la situación política puede afectar a este indicador.
- Vecinos. Vivir en una comunidad conlleva inconvenientes, como tener vecinos con los que no se congenia. Dada la actual situación del mercado, ahora es un buen momento para decirles adiós.
- Oficina. La movilidad laboral es un hecho creciente, de ahí que sean muchos los clientes que deban abandonar sus residencias actuales para irse a vivir a otras localidades, lo que supone en muchos casos la venta de sus viviendas.
- Relaciones personales. Tener pareja y dar un paso más en la relación, comenzando a vivir juntos, puede ser un aliciente para comprar una vivienda. Aunque dependerá del cliente si hipotecarse solo o con su media naranja.
- Propósito de año nuevo. Si el cliente ha decidido, como objetivo de 2016, comprarse una vivienda nueva, lo más conveniente es que haga caso a su instinto y comience a buscar su inmueble ideal.